- Descubre por qué la tecnología y los datos digitales han posicionado a la capital de Cataluña como una de las cinco ciudades más inteligentes del mundo.
Tecnologías como el Internet de las Cosas, el Big Data o la Inteligencia Artificial han permitido transformar a urbes como Barcelona, España, en grandes referentes mundiales de smart cities. A eso apuntó el Gobierno de Chile cuando lanzó el programa Sé Santiago, buscando hacer de Santiago la ciudad más sostenible e inteligente de Latinoamérica.
Según el estudio “Smart Cities: Key Technologies, Environmental Impact & Market Forecasts 2022-2026”, de Juniper Research, Barcelona es actualmente una de las cinco ciudades más inteligentes del mundo, en conjunto con Seúl, Nueva York, Pekín y Shanghái, siendo esta última la que lidera el ranking.
Capital humano, cohesión social, economía, gobernanza, medioambiente, movilidad y transporte, planificación urbana, proyección internacional y tecnología son sólo algunos de los aspectos que se consideran a la hora de elaborar una clasificación de ciudades smart.
“Las ciudades inteligentes usan la tecnología y los datos para mejorar la toma de decisiones y la calidad de vida de sus ciudadanos. Es la implementación de esa tecnología lo que nos encamina a ser más smart, hacia allá queremos llevar a nuestra ciudad y ser un ejemplo para todo Chile”, señala Luz María García, gerenta general del programa Sé Santiago.
Ahora, ¿cómo hizo Barcelona para escalar a la tercera posición del ranking mundial de smart cities? Te lo contamos a continuación:
Desde hace más de 10 años que la ciudad de Barcelona lidera un proceso de modernización de su infraestructura y espacio público, apostando además por tecnologías innovadoras para mejorar la vida cotidiana de sus ciudadanos e implementando soluciones que incluyen el transporte público, la gestión de residuos, el alumbrado público, sensores de ruido, entre otros.
Alumbrado público
La implementación de un sistema de alumbrado LED, les ha permitido ser más eficientes energéticamente y, a través de sensores, monitorear la contaminación, humedad, temperatura, movilidad y ruido de la ciudad.
Manejo de residuos
El uso de contenedores inteligentes que absorben los residuos hacia un almacenamiento subterráneo permite reducir los malos olores y la contaminación acústica de los camiones recolectores. Además, entrega a la ciudad información sobre los lugares de mayor nivel de residuos, para optimizar su recogida.
Bicicletas públicas
Aunque parece ser algo conocido, Barcelona fue una de las primeras ciudades en implementar el uso compartido de bicicletas públicas, y tiene como principal objetivo la disminución de vehículos motorizados.
Transporte público
El transporte público de Barcelona, destaca por la reducción de emisiones de dióxido de carbono a través de la implementación de buses híbridos. Además, sus paraderos cuentan con paneles solares que proporcionan energía a pantallas inteligentes que muestran los tiempos de espera.
Sensores de ruido
Vecinos de antiguos barrios de la ciudad utilizan sensores de bajo costo y fáciles de usar para detectar contaminación atmosférica, niveles de ruido, humedad y temperatura, información que le permite a las autoridades regularizar el ruido nocturno.
Sistema de riego
Sensores en el suelo de la ciudad entregan datos sobre humedad, temperatura, velocidad del viento, luz solar y presión atmosférica, lo que significa que los jardineros pueden determinar cuales son los mejores horarios para el riego de áreas verdes.
Laboratorios Fab
Barcelona fue la primera ciudad en contar con una red pública de “Fab Lab”, espacios de fabricación de objetos físicos a escala personal o local que agrupa máquinas controladas por ordenadores, capaces de desarrollar casi cualquier cosa que imaginemos. Esto, bajo la premisa de que no hay ciudades inteligentes sin ciudadanos inteligentes.
Desde 2011 se desarrolla en la Fira de Barcelona el “Smart City Expo World Congress”, evento internacional sobre ciudades inteligentes más importante del mundo, cuyo principal objetivo es fomentar la innovación urbana e identificar oportunidades para construir un futuro mejor para las ciudades y sus ciudadanos.
Fuente: Zigurat Global Institute of Technology.