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Sustentabilidad, Big Data e Internet: Tres caminos para ser más smart

Se estima que hoy más del 50% de la población mundial reside en ciudades y, según las Naciones Unidas, ese número puede aumentar hasta casi un 69% hacia 2050. Vivir en un espacio urbano representa una posibilidad concreta de estar en contacto con prácticamente todos los ámbitos que impactan en la calidad de vida de las personas, como acceso a más y mejores servicios, transporte, educación, salud, entre muchos otras. Sin embargo, la excesiva concentración de personas en las ciudades también representa grandes desafíos. 

 

Consumo de energía eléctrica, contaminación, congestión, tratamiento de residuos, por nombrar algunas áreas, deben ser administradas eficientemente para el buen funcionamiento de las ciudades y hacerlas sustentables desde el punto de vista económico, social y, sobre todo, medioambiental. Es ahí donde las smart cities, o ciudades inteligentes, se vuelven clave. Su gran aliada es la tecnología aplicada a los procesos que requieren de una inyección de eficiencia y que hoy se sustenta en avances fundamentales como el Internet de las Cosas (IoT), Big Data o la Inteligencia Artificial (IA).

 

Este intensivo uso de la tecnología demanda de una infraestructura en telecomunicaciones que asegure un correcto funcionamiento y correlación entre cada una de las áreas de las ciudades inteligentes. En términos concretos, IoT permite una mayor interconexión entre diferentes dispositivos o redes, por lo que no sólo las personas pueden observar cambios en sus vidas cotidianas, sino que las empresas y los organismos públicos logran mejorar servicios y productos a través del desarrollo de nuevas soluciones que surgen a partir de las informaciones que se recogen en una ciudad inteligente. 

 

En el caso del Big Data, los sistemas se almacenan, procesan y explotan en las smart cities de forma eficiente para producir información que mejore diferentes servicios. Es un gran aliado de los responsables de la toma de decisiones para planificar cualquier expansión de soluciones, recursos o áreas de las ciudades inteligentes con información concreta extraída desde la cotidianeidad del espacio urbano.

 

Un output similar se puede obtener mediante la utilización de IA en las smart cities. La recolección de información y la proyección de escenarios posibles en áreas tan disímiles como transporte y movilidad, salud y seguridad, por nombrar algunas, y el procesamiento a través de IA, ciertamente contribuye a los objetivos de construir ciudades inteligentes sin perder de vista la sustentabilidad. 

 

Existe consenso entre los distintos países del mundo sobre la importancia de transitar hacia ciudades inteligentes. Los pilares de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS), contenidos en la Agenda 2030, apuntan a tres ámbitos específicos: crecimiento económico, desarrollo social y protección medioambiental. 

 

Nuestro ecosistema emprendedor

 

En Chile, en tanto, existen muchas iniciativas que se enmarcan dentro del nuevo concepto de ciudades inteligentes. DOM Digital, creada por ITSolutions S.A. y utilizada desde 2009 en el municipio de Peñalolén, en la ciudad de Santiago, es una plataforma que automatiza los procesos de Edificación y Urbanización en la Dirección de Obras Municipales (DOM), lo que, a su vez, permite monitorear por completo cada una de las solicitudes, además de mantener una comunicación actualizada y fluida con vecinos, arquitectos o empresas solicitantes, según sea el caso. Con un 100% de operación en la nube, es una solución que se ajusta a las necesidades de cualquier municipalidad y, uno de los aspectos claves, es que permite el llenado en línea de los formularios de solicitudes, ya la plataforma el cumplimiento de la normativa del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

 

En la misma línea de digitalización de los municipios, Meetcard surgió con el objetivo de mejorar la percepción de los vecinos hacia ellos, crear una infraestructura digital a la ciudad para articular soluciones diversas en un solo lugar, además de potenciar emprendimientos y comercios locales. Su propuesta se basa en el trabajo en seis pilares específicos – economía, gobierno, sociedad, movilidad, medioambiente y formas de vida – a través de soluciones que impactan directo en la calidad de vida de las personas. Comunas como La Pintana, Las Condes, Ñuñoa e Iquique, entre otras han implementado las soluciones en sus territorios, con excelentes resultados. 

 

Un análisis de Forbes de fines de 2020, proyectó que el tamaño del mercado de la industria mundial de las ciudades inteligentes se duplicará, pasando de US$410.800 millones ese año a US$820.700 millones en 2025. Este crecimiento está impulsado por los desarrollos globales de las tecnologías IoT, la ampliación del acceso 5G y la flexibilización de las normativas gubernamentales a nivel mundial. Con este panorama frente a nuestros ojos, es importante focalizar esfuerzos y recursos para ver de qué manera Chile puede avanzar hacia una verdadera transformación de sus espacios urbanos para enfrentar los desafíos futuros.